La obesidad es una enfermedad crónica que se asocia a un riesgo seis veces mayor de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 (DMT2). Una reducción de peso del 5 % puede mejorar el control glucémico y una mayor pérdida de peso permite mejorar aún más los factores de riesgo cardiometabólico y las complicaciones de la obesidad. Aunque los beneficios para la salud de una reducción de peso sostenida son claros, lograr una pérdida de peso a largo plazo solo con intervenciones en el estilo de vida es un reto, dado que existen procesos biológicos que favorecen un peso más alto. El tratamiento farmacológico aprobado para el tratamiento de la obesidad, como algunos agonistas del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (AR GLP-1), pueden ayudar a las personas a lograr una pérdida de peso a largo plazo cuando se combinan con intervenciones en el estilo de vida, al dirigirse a los procesos biológicos de la regulación del apetito.

Semaglutida 2,4 mg es un AR de GLP-1 aprobado por la FDA y la AEM para el tratamiento de la obesidad basado en los ensayos clínicos que muestran reducciones medias de peso de aproximadamente el 15 % con el fármaco frente al 2,5 % con placebo, así como buena tolerabilidad. Además de sus efectos de reducción de peso, una nueva investigación presentada en la reunión anual de 2022 de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (European Association for the Study of Diabetes, EASD) demostró que el riesgo de padecer DMT2 se reduce a más de la mitad con las inyecciones semanales de semaglutida 2,4 mg. Al comentar los resultados, el Dr. W. Timothy Garvey, de la Universidad de Alabama, que dirigió el estudio, afirmó que la pérdida de peso media observada con semaglutida 2,4 mg es más cercana a la que se suele observar con la cirugía bariátrica, lo que es significativo en términos de mejora de las complicaciones relacionadas con la obesidad.