La deprivación de sueño está ampliamente reconocida como posible factor contribuyente al sobrepeso y la obesidad a todas las edades, pero la insuficiencia del sueño es especialmente prevalente entre la población más joven. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., las horas recomendadas de sueño por noche son de 10 a 13 horas para niños en edad preescolar de 3 a 5 años, de 9 a 12 horas para niños de 6a12 años de edad y de 8 a 10 horas para adolescentes de edades comprendidas entre 13 y 18 años. Un conjunto creciente de estudios muestra que la falta de sueño a una edad más temprana puede sentar las bases para la resistencia a la insulina, el exceso de peso, los niveles anormales de lípidos en sangre y la hipertensión en la edad adulta.

Investigadores del Centro Nacional de Investigación Cardiovascular español en Madrid, investigaron la asociación entre la duración del sueño y la salud durante un periodo de 7 días en 1229 adolescentes, chicos y chicas, de 12, 14 y 16 años. Los resultados revelaron que las horas de sueño se redujeron con el aumento de la edad. Además, la obesidad era un 21 % y un 72 % más probable en personas con sueño escaso (<7 horas de sueño) a las edades de 12 y 14, años respectivamente, en comparación con las personas con sueño óptimo (>8 horas de sueño). Los que dormían poco (7-8 horas de sueño) tenían un 19 % y un 29 % más de probabilidades de tener sobrepeso o de tener obesidad en comparación con los que dormían de forma óptima a los 12 y 14 años de edad, respectivamente. En general, el impacto de la falta de sueño sobre la obesidad en adolescentes estuvo en consonancia con resultados de estudios previos, lo que subraya aún más la importancia de tener un buen descanso nocturno para una salud y un bienestar óptimos.