Los cambios en el estilo de vida y en el comportamiento son la base de todos los abordajes del control de peso, pero la pérdida de peso lograda a través de estos medios a menudo no es sostenible a largo plazo. Existen numerosas intervenciones nutricionales y no hay un abordaje único universalmente recomendado para el tratamiento de la obesidad. Es importante destacar que cualquier enfoque dietético debe ser seguro, saludable, adecuado desde el punto de vista nutricional y sostenible a largo plazo.

Las dietas bajas en carbohidratos son cada vez más populares y se han asociado a menos ansias de comer, lo que posiblemente hace más fácil para algunas personas con obesidad reducir la ingesta de alimentos. En algunos casos, las dietas bajas en carbohidratos se han asociado a efectos beneficiosos significativos para la salud en personas con diabetes de tipo 2, incluidos mejores niveles de glucosa en sangre, pérdida de peso, reducción de la necesidad de tratamientos antidiabéticos e incluso remisión. Sin embargo, debido a la falta de datos a largo plazo sobre seguridad, eficacia y cumplimiento, la aceptación generalizada de este enfoque en personas con diabetes de tipo 2 es limitada. ¿Son adecuadas las dietas bajas en carbohidratos para respaldar la pérdida de peso a largo plazo en personas con obesidad?